IN MEMORIAM M. FIGUERAS

Espectacular concierto en recuerdo de Montserrat Figueras, en la esplendida Basílica de Santa María del Mar.
Sus columnas enaltecen su sensible voz, en esta ocasión registrada, desgraciadamnete, junto con la música en vivo hacia lo más alto de la Basílica y lo más profundo de nuestro sentir,
El solemne lamento de los "duduks", acompaña nuestro pesar y manifiesta el lamento ante su ausencia.
Su voz, de calidad extraordinaria, entona el cant de la Sibil·la, y todos los presentes nos estremecemos, ante tal sensibilidad.
La Capella Reial de Catalunya, subraya en todo momento la solemnidad del acto, con sus graves voces.
Las palabras, de Manuel Forcano, Anna Gispert, Carles Duarte, y Jordi Savall, nos aleccionan sobre toda la actividad artística, la calidad humana,  la sensibilidad manifiesta, en todos los actos emprendidos por la soprano.
Finalizó el acto con una gravación de "la Mare de Deu" cantada por ella y orquestada por Hesperión XX.
Cerrando así el sentido acto en su memoria, seguido con devoción por un público entusiasta y respetuoso en todo momento. Descanse en paz, la gran Dama de Llum del canto medieval, renacentista y barroca .

Gotas de lluvia

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Gotas de lluvia sobre mi cabeza - B. J. Thomas



Llueve, cientos, miles, millones de gotas en busca de un destino perdido, empujándose sin cejar, fuertes en su empeño de formar algo grande, las primeras quedan absorbidas por la polvorienta tierra que las acoge, unas pocas más ya consiguen formar un charco con el que identificarse. En su persistencia lo desbordan formando un camino que ante su insistencia se transforma pronto en un torrente. Sus ambiciones sin límite les llevan a conectar con el arroyo, transporte seguro  para pronto formar parte del río que les alojará, en su camino hacia el vasto mar de sus sueños.

Beso robado

Llegaron al mismo tiempo, ante la fuente del parque, ella con su vestido nuevo de volantes y tirantes, y él con las viejas botas de fútbol heredaras, corriendo  tras la pelota. Se miraron en el espejo de las cristalinas aguas ondulantes de la fuente y en el momento que él fue a beber se acercó y le robo un beso, que le supo a todo lo maravilloso que esperaba de la vida, condensado en un instante. Ella satisfecha, le sonrió, él sorprendido, azorado, confuso, cogió la pelota y se alejó, sin hablar.

El trompetista fiel

La rubia oxigenada de labios ardientes, se lo encontró así, con la mirada mate, fija en algún punto del infinito, con una sonrisa forzada, babeando sangre oscura.

 Estaba reclinado sobre la pared, en la qué estaba impreso el rastro de su desplazamiento, sin acabar de caer al suelo de madera encerada, por cuyas junturas se iba desplazando el liquido espeso de su perdida vida.
Ella como era de rigor, expresó con un grito gutural de altos decibelios, todo su sentir de asco, pena y desconcierto, ante el estado de su trompetista favorito.

El bosque impenetrable

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Dejaron pasar al caminante, casi sin mirarlo.
Notaban el vaho que soltaban sus jadeos
y como resonaban sus pasos
en el silencio espectral del bosque.

Sus andares eran bruscos
y no tenían ningún respeto
por la flora del lugar.

Según fueran los paseantes,
les daba por comportarse
de un modo u otro,
era una de sus distracciones, 
pues tenían bien pocas.

Nadie contaba con que cambiaran un poco.
Entrelazaban sus ramas entre congéneres
haciendo el bosque impenetrable.

Una red en la que quedaban atrapados
los considerados indeseables.
A veces la deshacían al poco tiempo,
otras tardaban más.

Éste, simplemente, tardaría en salir.

Velada perfecta

Estaba siendo una velada perfecta, la llevó a un restaurante recomendado en las mejores guías, en todo momento estuvo pendiente de cederle el paso y adelantarse a sus movimientos. Sentados a la mesa, estuvo atento y alabó sus gustos, aunque hizo caso de lo que el maître les recomendó. Tenía claro que su conversación le interesaba mucho por la atención que le dispensaba concentrándose mucho con los ojos entrecerrados. No parecía tener mucho apetito, pero las mujeres con ese tipo, ya lo hacen. Le costó un poco despertarla mientras pagaba la cuenta. 

JUEGO de CUCHILLOS


Foto de A.C.P.



Juego de Cuchillos

Como promoción navideña, le obsequiaron con un fabuloso juego de cuchillos de cocina, puestos en un taco.

Eran de acero sueco y corte japonés, una cosa curiosa, pero que era el no va más en cuchillos para los chefs afamados.

Se había gastado un fortunón en unos de cerámica que era lo último en cuchillería y ahora resultaba que volvía lo tradicional. 

Como eran nuevos decidió usarlos en casa, antes de darles el visto bueno profesional para utilizarlos fuera. 

Como era de una saga familiar, muy valorada en su especialidad desde la época victoriana, necesitaba un instrumental de primera línea. 

Ya no operaba a la ribera del Támesis, pero seguía fiel a su temática preferida. Mujeres de la vida, les llamaban. Pero le detuvieron por no sé qué de violencia machista.


Barcelona, enero 2012

Bolas

                                                        Imagen de internet




Como cada año al llegar la Navidad, se ponían a engalanar la casa, para  recibir a la familia en la comida anual y celebrarlo con la cara alegre.

Subieron al altillo donde se guardaban cajas conteniendo bolas, cintas, figuras y abalorios varios. Una vez con ellas en la sala, se dispusieron a preparar la decoración navideña.

Mientras contemplaban las bolas, recordaron como reñían a los niños, cuando les ayudaban, por romper alguna jugando.

Ahora se quedaban con la mirada perdida, sin tener a quién alertar, salvo a sí mismos, temerosos ante sus temblorosas manos, sin hijos.

Cuchilladas

Los niños imitando una película
sobre los mosqueteros,
destriparon a cuchilladas
las muñecas de trapo, 
que la madre amorosamente
conservaba de su niñez.
Teniéndolas expuestas
en una bonita vitrina,
que normalmente
tenía cerrada con llave. 
Pero no fue el caso ese día,
y el resultado casi le provoca el llanto. 
Acogió sus cuerpos abiertos, 
y cómo había hecho
en otras muchas ocasiones
se las llevó a su madre, 
para que zurciera las heridas,
igual a las que les hicieron
sus hermanos tiempo ha.

ANIVERSARIO





Foto del autor







                                                                  Aniversario



Los días, meses, años, 
fueron cayendo como losas, 
encima de su ya larga,
prolongada y, dilatada vida. 

El peso le hacía ir más lento, 
pero no menos decidido 
en su caminar por ese sendero.

Que le permitiría llegar, 
sin renunciar a sus convicciones,
a compartir lo recogido,
en su largo trayecto.